martes, 6 de diciembre de 2016

Japón 2016: El representante africano

[Por Diego Martín Yamus] Ganar la Liga de Campeones, el máximo certamen de clubes continental, es un hecho superlativo en un fútbol no tan mediático como el africano. Y si es inédito, mucho más aún. Es lo que disfrutó el 23 de octubre de 2016 el Mamelodi Sundowns Football Club de Sudáfrica, cuando a pesar del 0-1 con el poderoso Zamalek levantó la Champions por primera vez y segunda para su país. Pero este popular equipo tiene toda una historia, aunque reciente, llena de éxitos.
Claro que antes de sus triunfos debió pagar derecho de piso, con descensos, problemas financieros, cambio de sede y de propietario, entre otras vicisitudes. Fundado en la década del 60 en la zona cosmopolita de Marabastad (Pretoria), convertido en club de fútbol en 1970, se afilió a la Liga sudafricana, entonces la Federation Professional Soccer League, en 1973 y ese año llegó a la final de la Copa Coca Cola que perdió ante el Berea. En 1978 la FPSL fue reemplazada por la National Professional Soccer League, el Mamelodi descendió y vivió su tiempo más oscuro. Además de transitar la segunda categoría por varios años, debió mudarse a la localidad de Mamelodi, un antiguo asentamiento para negros creado por el régimen del apartheid (segregación racial), al este de Pretoria.

En 1985 el “brasileño”, como se lo conoce por sus colores amarillo y azul, ascendió a primera de la NPSL, pero siguió con muchas dificultades institucionales. Zola Mahobe era su presidente, pero en 1988 el club fue adquirido por el Standard Bank, que embargó a Mahobe, y luego el grupo Twin Farmaceutical compró la institución al Standard Bank. Pese a eso, en esos segundos 80 llegaron los primeros halagos para el Mamelodi, ya que en 1986 ganó la Copa local, la Nedbank Cup, y en 1988 su primer título de Liga y la MTN 8, los tres primeros lauros de sus 25 locales y 26 en total. Más vueltas olímpicas llegaron entre 1990 y 1993, pero aún el club de la capital administrativa no participaba en la órbita internacional como lo hace hoy.

Es que por culpa del apartheid, hasta 1992, Sudáfrica no tenía lugar en el fútbol de África y menos en el de la FIFA. Recién en 1993 los clubes sudafricanos fueron admitidos en las competencias de la CAF, con Kaizer Chiefs en la Copa de Campeones (actual Liga de Campeones), Jomo Cosmos en la Recopa y Hellenic en la extinta Copa de la CAF.

En la temporada 1996/97, la NPSL fue reemplazada por la actual Premier Soccer League (PSL) y desde ese momento, el club vivió una época dorada de conquistas locales. Tres seguidas de la nueva Liga en 1998, 1999 y 2000, la Nedbank y la Bob Save SuperBowl del 98, la Copa de la Liga (Telkom) y la Rothmans Cup del 99, la Charity Cup de 2000. Pero en la región no le pasaba nada importante.

Hasta que en 2001 los Downs vivieron su primer gran momento africano, al llegar por fin a la final del máximo torneo de Africa, perdiendo en dos finales con el poderoso Al Ahly egipcio, el más campeón. Igualaron 1-1 el 8 de diciembre de 2001 en el estadio mundialista en 2010 Loftus Versfeld (gol de Gift Kampamba) y cayeron 0-3 el 21 en El Cairo. En esa definición, el Mamelodi del rumano Ted Dumitru formó con Tlale; Manzini, Booth, F. McCarthy, Mudau; Shai, Mnguni (Masilela 88), Kampamba; C. Scott (S. Ndlovu 78), Marumo y Mutogli. 
Una nueva era se abrió para el club en 2003, cuando el magnate minero Patrice Motsepe compró el 51 por ciento de las acciones y al año siguiente adquirió la parte restante, siendo desde entonces el mandamás de la institución. Y Mamelodi empezó a ganar otra vez: dos PSL en 2006 y 2007, una Nedbank en 2008, una MTN 8 en 2007 y tres Charity Cup seguidas entre 2004 y 2006. Pero como fue antaño, en el plano internacional sus actuaciones eran intrascendentes. Fue marginado de la Recopa en 2003, de la Champions en 2006 con el USCAFoot de Madagascar, 2007 por Al Ahly y 2009, y en 2008 y 2009 de la nueva Copa Confederación, mientras el Orlando era semifinalista de la Liga de Campeones en 2006 y, en 2013, arribaba a la final perdiendo con Al Ahly.

En 2012, el técnico pitso Mosimane dejó la conducción de la selección nacional y se hizo cargo del Mamelodi. Y desde su llegada al banquillo brasileño, el equipo hilvanó una serie impresionante de éxitos. En 2014 logró su novena Liga, sexta de la PSL, en 2015 una nueva Nedbank Cup y otra MTN 8, y este año su décima Liga. Sin embargo, la racha adversa en Africa no se cortaba, como que en 2015 el conjunto de Pretoria fue eliminado primero de la Champions por el TP Mazembe, futuro campeón, y luego de la Confederación. Mamelodi, que significa en idioma autóctono “madre de melodías” (nombre dado por los negros al presidente Paul Kruger por cómo imitaba sonidos de aves) seguía con ganas de algo más grande.

Pero este 2016 fue su hora de gloria, y de una forma tan increíble como imborrable. El Sundowns había sido marginado de la Champions por el Vita Club de la RD Congo en la última ronda de eliminación directa tras perder 1-0 y 2-1, con lo cual cayó a la Copa Confederación. Allí también fue derrotado, ante el Medeama SC de Ghana, y todo indicaba que ya no jugaría más por la temporada internacional. Pero el 24 de mayo la CAF descalificó al Vita Club por inclusión indebida de un jugador. Haciendo lugar a una protesta del Stade Malien de Malí, la entidad descubrió la alineación incorrecta del maliense Idrissa Traoré, que debía tres partidos de suspensión de 2015 en el Stade Malien. Esto fue en el partido de la primera ronda ante el Mafunzo de Zanzíbar. Fue así que los Downs, de quedar afuera de todo, pasaron a luchar por el título de campeones de Africa. 
En la fase de grupos, Mamelodi (alguna vez dirigido por el famoso argentino Angel Cappa) ganó su zona y llegó a semifinales, donde dio vuelta un 1-2 en Zambia para imponerse al Zesco y arribar a su primera final, contra el poderoso Zamalek, otra vez contra un egipcio. En la ida el sábado 15 de octubre en el Lucas Masterpiece Moripe Stadium de Pretoria, el Sundowns se impuso con claridad con un gran 3-0 con goles del liberiano Anthony Laffor, Tebogo Langerman e Islam Gamal en contra. Por lo que en la revancha, el 23 de octubre, el estadio Borg El Arab estaba repleto de entusiastas seguidores del Zamalek, uno de los dos grandes egipcios, archirrival del Al Ahly, que esperaban la sexta consagración de su amado club.

Aquel domingo el partido decisivo fue emotivo, de ida y vuelta. Zamalek salió con todo para buscar la hazaña. Pero los sudafricanos no se amilanaron y el zimbabwense Khama Billiat, una de sus figuras, desperdició dos ocasiones, una en el palo. Mamelodi sufrió a los 29 la baja de su arquero, el ugandés Dennis Onyango, quien lesionado debió dejarle su puesto a Wayne Sandilands, que luego sacó un tremendo remate de Ahmed Tawfik. Los egipcios volvieron a presionar y a los 64 minutos, el nigeriano Ohawuchi remató desde lejos y conquistó un golazo, el único de la tarde en Borg El Arab, pero que no sirvió más que para fijar el 1-0 final. Porque el Sundowns se cerró bien atrás y cuidó la diferencia hasta el pitazo final del internacional gambiano Bakari Gassama.

Y la gloria fue para el Mamelodi, que en las manos de su capitán Billiat levantó el trofeo y que completó así una campaña excepcional, que incluyó este 2016 la consagración en la Premier League doméstica con gran ventaja. Y la real novela de este año aún no terminó para los de Pitso Mosimane, que ahora en el Mundial de Clubes en Japón serán los representantes africanos, para codearse con los grandes; en primera instancia, jugarán contra el ganador del local Kashima Antlers y el Auckland City neocelandés, y si pasan, lo harían contra el monarca sudamericano, el Atlético Nacional de Medellín. Y si arriban a la finalísima del mundo, tal vez les toque el mismísimo rey de Europa, el Real Madrid. Soñar no cuesta nada, si el Mamelodi pasó de dos eliminaciones a la gloria de Africa.

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